jueves, 13 de agosto de 2015

Pellizcos de madera.


Hace tiempo que no os enseñaba pellizcos de cosas, recopilaciones. Estaba fatal con mis latas, mis cajas, mis botes,...

Lo mío con los palés desde hace más de 4 años fue contagioso y la pandemia ya os afecta.  Y qué deciros del tema que hasta en las grandes tiendas de bricolaje los venden a 15€ para que te crees tus propios sillones de jardín.



Pues ahora me ha dado por las piedras y los palos o restos de tablas. Lo sé, no tengo remedio. Cuando el tonto sigue la linde...
Pero no me digáis que no son monos. Sirve para cualquier cosa, como para decorar, ya veo uno de nuestros ramos en estos marcos...



Guapear un pequeño espacio.


Me gusta mirarlos (por los recuerdos que pueden evocar), colocarlos en cualquier espacio, imaginar,...



Una mesa auxiliar muy original y colgante.




Sin más.


Sí, lo habéis adivinado, en breve mi nuevo aseo.


Y restos de palés.



Me gusta tocarlos.



Para cualquier sitio.


Significan simpleza.



Y lo mejor de todo, puedes ir con los peques por el mundo a recogerlos. Busca, anda, muévete del sofá y guapea tu vida.
Ya os enseñaremos los que me he traído de Menorca. Sí, ya sé, tenía que haber vuelto con cosas normales, pero yo soy así; me traje palos, maderas, piedras, bueno, y comida, jajaja.

Ok, me habéis convencido, en unos días otra entrada sobre esto, ¡cómo sois!

Un beso,
Luna.


4 comentarios: